ALEMANIA – En silvicultura se viene usando la fotografía aérea ya desde hace decenios para inventariar terrenos forestales, cartografiar daños después de una catástrofe y para otras muchas tareas.
A tal fin pueden usarse hoy diminutos vehículos aéreos no tripulados llamados drones dirigidos desde tierra. Su uso para tomar datos fotográficos permite una planificación flexible a corto plazo y con ella la rápida obtención de aquellos productos fotográficos que se deseen. Gracias a su baja altura de vuelo, los drones también operan con nubosidad cerrada. Además los motores eléctricos, silenciosos y de bajo consumo, no sólo preservan el medio ambiente sino que a su vez disminuyen la polución sonora que afectan a personas y animales. Equipados con una cámara de alta resolución o con sensores, el dron cierra la brecha entre la dificultosa inspección sobre el terreno y una costosa exploración área con helicópteros o aviones tripulados. Su creciente éxito se debe también al menor precio alcanzado de versiones comerciales y a que la capacidad de rendimiento de estos “operarios voladores” continuará aumentando.
Un estudio del McKinsey Global Institute de mayo de 2013 muestra que, como parte de la robótica, los drones influyen ya hoy en factores tan decisivos de la economía como los costes laborales, productividad, flexibilidad y seguridad. De hecho, su eficiencia, economía y su uso sencillo abren al multicóptero un gran potencial de futuro. Su trabajo, silencioso y de bajas emisiones gracias al motor eléctrico, le convierte en una innovación que satisface de pleno las exigencias tecnológicas actuales. Este tema será presentado en el área de demostraciones que tiene el KWF (Patronato para Trabajos Forestales y Silvicultura) en el recinto descubierto de la próxima LIGNA 2015.
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