CHILE - Sin considerar la venta de activos forestales en Chile, las ventas de Masisa en 2020 alcanzaron los USD 345.1, una caída del 14.2 por ciento frente a 2019. Al incluir activos forestales, la Compañía cerró 2020 con ingresos por ventas de USD 574.2 millones, un aumento de 42.8% con respecto a 2019.
El EBITDA recurrente para el año 2020 fue de USD 30.6 millones, lo que representa un incremento del 15.5% respecto al año anterior, a pesar del fuerte impacto de la pandemia, especialmente en el segundo trimestre de 2020.
Ambos indicadores registraron un incremento en el cuarto trimestre (octubre-diciembre), confirmando la mejora ya mostrada en el trimestre anterior (julio-septiembre), debido, en gran parte, a la implementación de una estrategia enfocada a la eficiencia y rentabilidad de la empresa, centrada en la venta de productos de mayor valor agregado, así como en la recuperación de la demanda de productos relacionados con la construcción en los principales mercados en los que Masisa opera.
Según Alejandro Carrillo, Gerente General de Masisa, “confirmamos el cambio de tendencia en nuestros resultados con una mejora significativa en los dos últimos trimestres, como resultado de nuestra nueva estrategia corporativa y la recuperación de la demanda en nuestros mercados. Vemos que esta tendencia se ha mantenido en los primeros meses de 2021, por lo que somos optimistas de cara a los próximos meses”.
La deuda financiera a diciembre de 2020 se situó en USD 148 millones, lo que representó una importante reducción de USD 335 millones frente a los USD 483 millones de junio de 2020, mejorando notablemente los indicadores de deuda y liquidez de la empresa, y finalizando un proceso de reorganización llevado a cabo en los últimos años que le permitieron a la empresa reducir su deuda desde niveles cercanos a los USD 600 millones.
Es importante señalar que si bien se registró una pérdida de USD 162 millones en 2020, esto es consecuencia de efectos no recurrentes, asociados a reestructuraciones financieras y efectos contables relacionados con deterioros de activos asociados a la situación de los mercados en Venezuela y Argentina.
Actualmente, la compañía está fortaleciendo su estrategia comercial, maximizando su rentabilidad a través de productos y servicios de mayor valor agregado y desarrollando canales de venta a través de nuevas tecnologías con un modelo de negocio más enfocado al cliente, concentrando su capacidad industrial principalmente en Chile.
