ITALIA – A pesar de los más de 40 millones de euros en pedidos firmados alcanzados durante la feria Ligna en mayo, el Grupo Biesse reconoce la desaceleración de la dinámica que está afectando a la industria en general.

Con esa consideración, la compañía ha informado que su Consejo de Administración ha rectificado prudentemente la guía para el año fiscal 2019, reduciendo el pronóstico para ventas consolidadas y márgenes.

Biesse declaró en una comunicación al mercado: “Dado que la volatilidad de la demanda real hace que cualquier estimación sea extremadamente aleatoria, las ventas consolidadas, en la actualidad, se espera que estén en un rango de EUR 680-690 millones de euros y el EBITDA en un rango de EUR 62-65 millones. De todos modos, el Grupo está pronosticando para el año en curso, a pesar de la revisión mencionada anteriormente, una posición financiera neta positiva”.

La desaceleración de la dinámica se destaca en los estudios sectoriales relacionados con las industrias de referencia de Biesse (Acimall, VDMA, UCIMU) y los datos oficiales y no oficiales de recepción de pedidos indicados por los principales competidores del Grupo. En los primeros 5 meses del 2019, los datos muestran que la demanda se ha enfriado considerablemente, luego de un ciclo positivo que duró 4 años (2015-2018).

En particular, para esta amplia muestra de mercados / empresas, el delta negativo entre los nuevos pedidos de 2019 en comparación con el mismo período de 2018 es de un promedio de alrededor del -15% (con un máximo de -19% que comunicó el pasado mes de marzo el principal competidor de Biesse en madera).

Biesse agrega en su comunicado: “Para lo que concierne a los niveles de la marginalidad proyectada para el año fiscal 2019, es bueno reiterar que la voluntad del Grupo es proteger las inversiones con respecto a la organización, los productos y los mercados en los que opera, asegurándose de que este es el camino correcto para volver a confirmar el liderazgo mundial tan pronto como la demanda nuevamente se reactive. Al final, el consenso respecto de la tendencia de la economía mundial para los próximos 12 a 18 meses sigue siendo incierto debido a la inestabilidad política y económica generalizada que impregna los mercados; por consiguiente hay una complejidad objetiva para proyectar la demanda para el plan de tres años 2019-2021. Entonces, con este estado de cosas, solo se puede suponer un cambio al FY 2022 de los objetivos fijados originalmente para el año fiscal 2021”.